Estiramiento facial

Cirugía para reparar la piel descolgada, caída y arrugada de la cara y el cuello. La reparación del daño a la piel, grasa y músculos, ayuda a eliminar los signos visibles del envejecimiento y  devolver una imagen más joven.

Descripción General del procedimiento

El procedimiento se lleva a cabo normalmente con anestesia general o con sedación y anestesia local. Se realizan incisiones por encima de la línea de implantación del cuero cabelludo a la altura de las sienes, por detrás del lóbulo de la oreja, hasta la parte inferior del cuero cabelludo. Se retira parte del tejido adiposo y piel floja y descolgada. Finalmente se cierran las incisiones con puntos de sutura. Para drenar la sangre que se acumula, puede ser necesario, la colocación temporal de un tubo de drenaje pequeño y delgado, bajo la piel detrás de la oreja. Se envuelve la cabeza con vendas sueltas para minimizar los hematomas y la hinchazón.

Este procedimiento se puede realizar en combinación con otros procedimientos estéticos.

Factores como la herencia, la dieta deficiente, el tabaquismo o la obesidad pueden contribuir a que se presenten problemas cutáneos tempranos o severos.

Las personas que se practican un estiramiento facial no están satisfechas con los signos del envejecimiento en su rostro, pero aparte de esto  no tienen ningún problema de salud.

Los posibles riesgos de un estiramiento facial son:

• Una acumulación de sangre bajo la piel (hematoma) que puede requerir drenaje
• Daño a los nervios que controlan los músculos faciales (generalmente es temporal)
• Endurecimiento de la piel
• Hinchazón
• Decoloración de la piel
• Infección

La mayoría de los pacientes quedan satisfechos con los resultados. Si se presenta alguna molestia o dolor se le administrará analgésicos.

Para reducir la hinchazón se aconseja mantener elevada la cabeza sobre dos almohadas durante un par de días después de la cirugía. En caso de haberse dejado un tubo de drenaje, se retirará en 1 ó 2 días y las vendas se quitan después de 1 a 5 días.

La cara tendrá una apariencia pálida, amoratada e hinchada, pero en 4 a 6 semanas se verá normal.

La mayoría de las cicatrices quirúrgicas están ocultas en la línea de implantación del cabello o las líneas naturales de la cara y se desvanecerán con el tiempo.