Cuando era chaval y me juntaba con la pandilla frente a la pared, pito en mano, para ver quien llegaba mas alto, yo era de los mejores. Ahora a mis casi 80 años y después de casi un año de la operación del Dr. Albella estoy otra vez de concurso. GRACIAS DORCTOR.

La verdad es que es una persona encantadora, algo reservada pero muy afable. Es realmente un buen profesional y un gran entendido en la materia. El doctor Albella no tiene lado malo y siempre que acudes a su consulta te recibe con una sonrisa. Destaca la gran humanidad con la que atiende y la cercanía al paciente. Habla a cada enfermo como si tuviera todo el tiempo del mundo para dedicar, escuchándole con mucha atención y cercanía. Yo he ido varias veces, tanto para mi como para mi madre, y siempre ha tenido gran sensibilidad para las cosas más delicadas. Lo recomiendo de corazón.