Alfonso Aracil Montesinos

Fui porque me lo recomendó otro otorrino, nada más entrar me dijo que lo que me pasaba es que yo estaba obsesionada, sin siquiera haberme visto el oído. Después, dijo varios diagnósticos posibles, y al final se decantó por el principio de sordera, pues según comentó yo soy mujer, de 50 años y principio de menopausia, además me dijo que los síntomas no se me iban a quitar, pues eran por el principio de sordera. Este diagnóstico lo hizo sin hacerme ninguna prueba de audición. En lugar de hacérmela ese mismo día, sabiendo que yo iba desde Altea a Alicante, me dijo que pidiera cita para otro día. Esa prueba no dura más de cinco minutos. Le dije que ya me habían hecho dos, una el médico que le recomendó, su amigo. Me dijo que daba igual, que quería verlo él. No me permitió hablar para decirle los síntomas, tampoco me los preguntó en ningún momento. Al final, decidí ir a otro médico, me hizo la prueba y mis dos oídos están perfectamente, no tengo ningún principio de sordera y el diagnóstico es otro. No pretendo juzgar a nadie, solo cuento lo ocurrido por si alguien más está pensando en pedir una cita.