Es la primera vez que la visito. Sabe escuchar. Te responde a tus preguntas. Se involucra en tu problema Creo que muy bien

Había tenido una pericarditis y algunos episodios de ansiedad que me llevaban a forzar mi corazón hasta límites exagerados. Empecé a tratarme con la doctora porque un día sentí que me moría, que me dolían los brazos y que tenía latigazos en el pecho. La doctora, muy sabia y tozuda en lo suyo, insistió en que me realizara unas pruebas a las que yo me resistía, de ellas extrajo que mi dolencia provenía del sistema nervioso, en ningún momento dudó en ponerme en contacto y ponerse ella a trabajar mano a mano con colegas suyos de distinta especialidad. No voy a decir aquí cuál fue el diagnóstico final pero sí añado que el problema quedó atajado y resuelto. Una profesional de los pies a la cabeza.