Si sufres de callos no hay que andarse con chiquitas, los pies son imprescindibles, los pies bien sanos. Yo he sufrido muchísimo por la dolencia mencionada y más aún por confiar en supuestos profesionales de esta especialidad. Gabriel ha sido siempre cuidadoso y no te somete a tratamientos innecesarios o que sepa que no van a funcionarte, vamos, que no es un caradura. Es un medicazo que sabe muy bien cómo sanar y tratar a sus pacientes.