Mi padre estuvo en su consulta, y la sensación que daba era de escurrir el bulto. Incluso de que lo derivaba a hacer ciertas pruebas a clínicas o centros de amigos. A todas las preguntas que se le hicieron, no daba una respuesta clara. Después de visitar otro neurólogo, nos dimos cuenta de que, efectivamente, no había dado ninguna respuesta útil, solo largas, con el perjuicio que eso supone para la salud de una persona. En definitiva, doctores así hay que evitarlos.