Opiniones

Amplia exploración y trato profesional

Muy buen trato

Tu le dices lo que te pasa y como te sientes y el hace lo que quiere,le digo que me duele y el me dice que tengo bajo el umbral del dolor,tengo muletas para caminar después de operación de menisco hace 4 días y me dice que las quité,yo le digo que sin muletas no puedo apollar la pierna y en el informe pone recomiendo andar sin muletas....trato pésimo y le da igual lo que le digas....

Mal educado, ni siquiera saluda cuando entras en su consulta, no te mira a la cara cuando te habla, te da malas contestaciones, miente más que habla, a mí me soltó que era muy joven y lo que tenía que hacer era trabajar, tengo 40 años y tengo 22 cotizados sin haber cobrado jamás el paro, si soy joven para trabajar más joven empecé a trabajar, y por eso tengo la espalda en las condiciones que la tengo, es el único interés que tiene, hacerte rápido lo que sea para que trabajes, sin importarle los riesgos, ni como quedes.

Traumatologo con muy mala relación con el paciente, no te mira a la cara, no te explica los procedimientos, el plan de tratamiento, la mejoria, esperable, las alternativas que tienes, no habla contigo... Actitud paternalista donde él es el que sabe y tú como paciente un agente pasivo de tu enfermedad en la que no te deja participar, no consensua las decisiones, es una relación medico-paciente unilateral. Muy mal, hace lo mínimo porque te marches cuanto antes, no le preocupan los avances, parece que solo quiere terminar la consulta.

Mal encarado,no se dirige a ti para nada ,solo mira para el ordenador y si le haces alguna pregunta ,te contesta : no se . Cuando te das cuenta ,ya estas despachada

Horrible,mal encarado engreido prepotente no te deja hablar ni explicar como te encuentras es una maquina despachando pacientes entran y salen como entraron.Ni toca solo se limita al ordenador y cuando le preguntas algo su contestacion es "yo soy el medico"muy mal en atencion y como profesional.

El peor profesional que me he encontrado. Ni siquiera me invitó a sentarme, caso omiso de mis dolencias y ningún reconocimiento. Salí como había entrado