Hace años acudí a él porque se me hinchaban las piernas. Nada más entrar por la puerta me dijo que era colesterol y que tenía que bajar de peso, sólo una exploración superficial y sin solicitar ninguna prueba. Nunca en mi vida he tenido colesterol alto. A día de hoy puedo decir que mi problema es por culpa del sistema linfático. La rabia que me dió es que ya había dejado la tarjeta en la entrada para que cobraran. Hoy me doy cuenta de que era gordofóbico. No sólo no me ayudó si no que me faltó al respeto como paciente y como persona. Y el primero que tenía que mirarse al espejo es él.