Nicolás Toledano Fernández

Mi experiencia con este doctor no ha sido buena a pesar de lo extenso de su CV y de las largas listas de espera que tiene. Yo necesitaba una blefaroplastia porque el exceso de piel del párpado superior reducía mi campo visual. El doctor consideró que merecía la pena durante la operación intervenir también en la ceja con un punto interno a pesar de que la solución que esto proporcionaba sobre la ptosis de ceja sería transitoria y podría durar entre meses o unos pocos años. Lo que no explicó es que los edemas y hematomas que se generan al dar este punto interno podrían durar meses y podrían conllevar la pérdida parcial o total de la ceja. Para más INRI no propuso ningún tratamiento para paliar estos efectos lo que me obligó transcurridos dos meses a acudir a mi dermatóloga. Por tanto, considero que no recibí la información completa sobre las consecuencias del procedimiento quirúrgico que se me iba a aplicar y que los daños causados son muy superiores al beneficio transitorio que se esperaba al actuar sobre la ceja. Además hay una mala coordinación entre los colegas que siguen el tratamiento post-operatorio en el centro COOM. El seguimiento postoperatorio a las 24 horas lo llevó un colega que desconocía el tratamiento que el doctor Toledano me había puesto y que el propio doctor Toledano volvió a cambiar 24 horas después. En 48 horas me recetaron 3 antibióticos distintos sin que aparentemente cada doctor supiera el tratamiento que el anterior había puesto. Y el primer antibiótico era contraproducente para la úlcera de córnea generada durante la operación. Fotosensibilidad, lagrimeo e irritabilidad son otras consecuencias que sufro. Además el doctor Toledano me operó rodeado de alumnos a los que explicaba el procedimiento quirúrgico mientras operaba. Entiendo que este hecho, resta concentración en la operación con lo que se facilita la comisión de errores como sucedió en mi caso. Yo le pagué para que me operase. Para enseñar a sus alumnos le pagan otras instituciones.