Biopsia de lesión ósea

Procedimiento por el cual se extrae una muestra de hueso o de médula ósea para examinarla con el fin de determinar la presencia de cáncer o de otras células anormales.

Es aconsejable no comer ni beber nada durante las horas previas a la realización de la prueba.

En las biopsias por punción, se puede sentir presión y molestias en el área intervenida.

Después de la biopsia, el área estará dolorida y sensible durante varios días.

Se puede realizar la prueba para diferenciar entre tumores óseos cancerosos y no cancerosos e identificar otros problemas óseos en personas que presentan sensibilidad y dolor de huesos.

Hay dos clases de huesos normales: el hueso compacto y el esponjoso. El hueso compacto es denso y posee capas concéntricas formadas por depósitos minerales (laminillas) y el hueso esponjoso tiene una apariencia porosa con laminillas bastante separadas las unas de las otras y una médula roja y amarilla en el centro del hueso.

Los tumores óseos benignos:

• Osteoma osteoide
• Osteoblastoma
• Quiste óseo
• Fibroma

Los tumores malignos:

• Mieloma múltiple
• Osteosarcoma
• Sarcoma de Ewing

Otros problemas óseos:

• Osteomalacia
• Osteítis fibrosa
• Infección (osteítis) asociada con:
  • histoplasmosis
  • coccidiomicosis
  • micobacterias

Las afecciones adicionales bajo las cuales es posible realizar el examen son, entre otras:

• Osteomielitis
• Raquitismo

• Molestia
• Fractura ósea
• Daño al tejido circundante
• Infección localizada (un riesgo cada vez que la piel se lesiona)
• Infección ósea (osteomielitis )
• Sangrado excesivo

Los riesgos de sangrado son mayores en pacientes con problemas de coagulación.

Merece tener en consideración los siguientes síntomas como son: fiebre, dolor de cabeza, dolor con el movimiento, enrojecimiento e hinchazón de los tejidos de la zona de intervención de la biopsia y drenaje de pus desde el área. Si presenta estos síntomas,  debe recurrir al médico ya que puede tratarse de una infección ósea.