Colposcopia

Examen que se realiza para evaluar a las personas con resultados anormales en la  citología o prueba de Papanicolaou. Una biopsia dirigida por colposcopia utiliza un colposcopio, un instrumento que consta de una luz para facilitar la visualización y aumentar el tamaño, magnificando la superficie del cuello uterino para ayudar a identificar las áreas de dicha superficie, que muestren anomalías.

Se recomienda que la paciente vacíe la vejiga y el intestino antes de realizar el examen.

No realice duchas vaginales ni tenga relaciones sexuales durante las 24 horas anteriores a la colposcopia.

Una colposcopia es indolora. Se puede experimentar una ligera sensación de escozor producida por la solución química (ácido acético).

Si se realiza la extracción de la muestra de tejido puede sentir como un pinchazo y causar algunos calambres. Cualquier dolor o calambre que la paciente sienta durante la biopsia se puede aliviar al relajarse y tomar unas cuantas respiraciones lentas y profundas.

Este examen se realiza para evaluar a la paciente con resultados anormales en la prueba de Papanicolaou.

Una superficie del cuello uterino rosada y suave es normal. Cuando se observa áreas de tejido anormal, durante la colposcopia, se realiza la biopsia.

Los hallazgos anormales durante una colposcopia pueden ser: patrones anormales en los vasos sanguíneos, parches blanquecinos en el cuello uterino y áreas inflamadas, erosionadas o atróficas (tejido desgastado). Cualquiera de estas anomalías puede indicar cambios cancerosos.

Cuando la colposcopia o biopsia no aclaran los valores anormales de la citología o prueba de Papanicolaou, se puede sugerir la realización de nuevas pruebas.