Mastopexia

Cirugía para elevar el tamaño o forma de las mamas.

La cirugía de elevación de las mamas (mastopexia) por lo general se realiza para corregir las mamas caídas que pueden presentarse después de tener hijos. Aunque la mastopexia se realiza específicamente para levantar mamas caídas y flácidas, también se puede realizar para reducir el tamaño de la areola, la piel oscura que circunda el pezón.

Si la persona piensa someterse a una mastopexia, se recomienda consultar con un cirujano plástico y discutir con él las expectativas de verse y sentirse mejor, teniendo en cuenta que el resultado deseado es el mejoramiento, no la perfección. La estabilidad emocional es un factor importante. La mastopexia puede renovar la autoconfianza y mejorar la apariencia, pero el resto depende de la persona.

Es posible que antes de la cirugía se requieran mamografías o radiografías de las mamas. Asimismo, el cirujano plástico llevará a cabo un examen de rutina de las mamas.

Además de los riesgos generales de la cirugía y de la anestesia, otros riesgos y problemas de realizar una mastopexia son:

• Incapacidad para amamantar un bebé después de la cirugía
• Grandes cicatrices con tiempo de curación prolongado
• Posición desigual de los pezones
• Pérdida de sensibilidad

Los riesgos emocionales pueden incluir la sensación de que las mamas no son perfectas o que las reacciones de las personas no son adecuadas.

Después del procedimiento quirúrgico y para dar forma a las mamas, será necesario el uso de un sostén especial de soporte durante algunos meses.

El resultado probablemente sea muy bueno. El aspecto físico y las actividades normales pueden mejorar en forma considerable. Igualmente, desaparecen el dolor y los síntomas cutáneos como las estrías.

Para prevenir la dilatación de las cicatrices, la actividad física debe ser limitada. Para que haya una adecuada cicatrización, se debe evitar levantar los brazos por encima de la cabeza durante 3 ó 4 semanas.